Un pequeño corte o ampolla es una invitación abierta para una infección y otras complicaciones más graves.
En los diabéticos, un pequeño corte o ampolla en el pie es una invitación abierta para una infección y posiblemente también para otras complicaciones más graves, entre ellas, la amputación.
La edición más reciente de Mayo Clinic Health Letter trata las razones por las que la rutina diaria del cuidado de los pies es fundamental en los diabéticos.
La glucosa sanguínea alta, derivada de la diabetes, puede dañar los nervios de los pies. Cuando se dañan las redes nerviosas, disminuye la sensación y por lo tanto, el diabético puede no sentir el dolor producido por una lesión pequeña. Los cambios en los nervios propios de la diabetes también pueden secar mucho la piel y contribuir a que se pele y raje. La diabetes también estrecha las arterias, lo que reduce el flujo sanguíneo hacia los pies, y cuando hay menos flujo sanguíneo, las lastimaduras, heridas y llagas cicatrizan con más lentitud.
Mayo Clinic Health Letter ofrece las siguientes sugerencias para el cuidado diario de los pies:
Mirar atentamente y hacerlo con un espejo puede resultar útil, o pedir a algún familiar que examine la presencia de ampollas, rajaduras, problemas con las uñas, enrojecimiento, hinchazón o si los pies tienen un color más rosa, más pálido, más oscuro o más rojo de lo normal. El profesional médico debe ser informado sobre todo cambio que ocurra.
Mantener los pies limpios y secos, lavándolos con una toalla o esponja suave y jabón también suave. Seca los pies con palmaditas, asegurándote de secar bien entre los dedos.
Humecta con una fina capa de loción, porque eso puede ayudar a humectar el empeine y la planta del pie. Evita aplicar la loción entre los dedos porque eso podría contribuir a una infección.
Corta las uñas de los dedos, dejándolas rectas. Puedes usar una lima de uñas para suavizar las esquinas. Un especialista de los pies (podiatra) u otro miembro del equipo de atención médica puede ayudarte, en caso necesario, sobre todo si tienes las uñas gruesas o estas forman uñeros. La atención especializada del pedicuro generalmente es mejor que acudir a un salón para arreglarse las uñas.
Proteger los pies, usando siempre medias y zapatos. Cuando uno tiene los pies descalzos es muy fácil pisar algo y hacerse daño. Las medias ligeramente acolchadas y transpirables sirven para evitar la formación de ampollas y la aparición de lastimaduras. Las medias flojas protegen los pies al dormir. No uses almohadillas eléctricas ni bolsas de agua caliente en los pies porque pueden ocasionarle quemaduras y lesiones.
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