Saturday, May 31, 2014

EJERCICIOS PARA EL ESTRÉS EMOCIONAL


La Medicina tradicional China nos indica que las personas tienen siete estados de ánimo que son: felicidad, ira, preocupación, soledad, pena, miedo y pánico. En condiciones normales estos no causan enfermedad; sin embargo, el exceso de una emoción nos puede conllevar al ESTRÉS.

Por ejemplo, cuando la gente se asusta, el CHI (energía) del corazón se desordena, causando pánico, palpitaciones, insomnio, ansiedad y hasta trastornos mentales, lo cual es llamado “el pánico lleva al CHI al caos”.

Con pena excesiva, la gente tendrá la voz baja y no es capaz de hablar con fuerza, está depresiva, tiene opresión en el pecho y falta de aliento, lo que es llamado “la tristeza lleva a la desaparición del CHI”, “la preocupación lleva a un CHI pesimista”, y “la tristeza hace daño a los pulmones”.

Con el miedo excesivo, la gente estará pálida, mareada, o hasta sufrirá un colapso. Algunos tendrán incontinencia urinaria. Esto es llamado “el miedo conduce el CHI hacia abajo” y “el miedo hace daño a los riñones”.

El ejercicio que pueden ver en la imagen, se llama EL PÉNDULO, estimula los meridianos de energía del Corazón, Pericardio y Triple calentador ubicados en los brazos, encargados básicamente de nuestro estado emocional. También afloja y flexibiliza las vértebras del cuello y la espalda que son los lugares donde se estanca la energía y produce tensión.

CÓMO HACERLO ? : Relajado, con los pies separados a la anchura de los hombros y las rodillas bien rectas, dóblese por la cintura hacia adelante hasta que la espalda quede más o menos paralela al suelo,dejando que brazos y manos cuelguen hacia abajo sin tensión. Relaje el cuello y deje colgar la cabeza también.Utilizando únicamente los músculos de las caderas y la parte inferior de la espalda, comience a girar todo el tronco de un lado a otro de manera que los brazos y la cabeza oscilen como un PÉNDULO (ver imagen).

Haga quince giros de 180 grados de un lado a otro con los ojos entrecerrados; finalizando, deje de impulsar el tronco y permita que el «péndulo» vaya deteniéndose gradualmente hasta que las manos vuelvan a quedar colgando en reposo. Repítalo de dos a tres veces por día.